Crisol de circonia con una pureza del 99.9%, densidad de 6.00 y una temperatura máxima de operación de 2200 grados Celsius, utilizado principalmente para la fundición de metales preciosos. Este crisol exhibe una excelente estabilidad térmica y se emplea principalmente en la fundición de metales preciosos raros. Los crisoles de circonia tienen buena estabilidad a altas temperaturas y son productos refractarios ideales para propósitos experimentales.
El dióxido de circonio tiene un punto de fusión más alto que el circonio, alcanzando los 2700°C, lo que lo convierte en uno de los materiales más refractarios de la naturaleza. Tiene una baja conductividad térmica, pero una fuerte conductividad eléctrica y resistencia a la erosión. Incluso cuando se calienta a más de 1900 grados Celsius, no reacciona con metales fundidos como aluminio, hierro, níquel, platino, silicatos o escorias ácidas de hornos. Por lo tanto, se utiliza para fabricar crisoles para la fundición de metales preciosos, tubos refractarios, vidrio resistente al calor y esmalte. Agregar dióxido de circonio al esmalte y al vidrio puede mejorar su resistencia a la corrosión por ácidos y álcalis. Los hornos de alta temperatura revestidos con dióxido de circonio se expanden mínimamente al calentarse y son menos afectados por los cambios de temperatura, lo que reduce el riesgo de agrietamiento debido a la expansión y contracción térmica, extendiendo significativamente la vida útil del horno. Cuando el dióxido de circonio se utiliza como material refractario con un 5% de óxido de calcio como estabilizador, su temperatura de resistencia al calor es 500 grados mayor que la de la alúmina, y su capacidad aislante se triplica en comparación con antes de la adición. Agregar dióxido de circonio blanco a la cerámica las hace más blancas, brillantes y resistentes al calor, con una mayor resistencia. Este tipo de cerámica se utiliza para fabricar botellas de aislamiento de alta temperatura, proporcionando una fuerte capacidad aislante y un coeficiente de expansión mínimo.
Aquí están los parámetros y especificaciones típicas del dióxido de circonio (ZrO2):
Punto de fusión: Aproximadamente 2700°C
Conductividad térmica: Relativamente baja en comparación con los metales, pero varía según la fase (cúbica o tetragonal) y la temperatura.
Conductividad eléctrica: El dióxido de circonio exhibe buena conductividad eléctrica.
Estabilidad química: Altamente resistente a la corrosión por ácidos, bases y metales fundidos.
Coeficiente de expansión: Bajo, minimizando el riesgo de agrietamiento debido a la expansión térmica.
Propiedades aislantes: Alta capacidad de aislamiento, especialmente cuando se estabiliza con aditivos como el óxido de calcio (CaO).
Aplicaciones: Se utiliza en aplicaciones de alta temperatura como crisoles para la fundición de metales preciosos, revestimientos refractarios en hornos, vidrio resistente al calor y esmalte.
Estos parámetros hacen del dióxido de circonio un material versátil en industrias que requieren estabilidad a altas temperaturas, resistencia a la corrosión química y fuertes propiedades aislantes.
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