Un horno tubular es un tipo de dispositivo calefactor caracterizado por el uso de elementos calefactores de resistencia para proporcionar calor. Estos elementos calefactores suelen estar hechos de alambre de resistencia de aleación, varillas de carburo de silicio, varillas de molibdeno de silicio, etc. El tubo del horno suele estar hecho de materiales como metal, cuarzo, cerámica o carburo de silicio. Los hornos tubulares suelen diseñarse en configuraciones verticales u horizontales. Al aplicar energía eléctrica, los elementos calefactores generan altas temperaturas, calentando el tubo del horno a la temperatura deseada dentro del horno.
El horno de tubo rotatorio inclinado combina las características de diseño de inclinación y rotación para lograr una calefacción y transferencia de calor uniformes dentro del tubo. Este diseño no solo asegura una distribución uniforme de la temperatura dentro del tubo, sino que también mejora la eficiencia de calefacción y la utilización de energía. Adecuado para calentar materiales de diversas formas y tamaños, el horno de tubo rotatorio inclinado se utiliza ampliamente en aplicaciones industriales como secado de polvos, sinterización, y más, proporcionando soluciones de calefacción eficientes, precisas y que ahorran energía para los procesos de producción.
Los tubos de horno para hornos de tubo suelen estar hechos de materiales como acero inoxidable (0-1000°C), cerámica (1300-1700°C), carburo de silicio (0-1400°C) o vidrio de cuarzo (0-1150°C). Estos materiales poseen alta resistencia a temperaturas y corrosión química, lo que los hace adecuados para diversas aplicaciones industriales y de laboratorio que requieren tratamientos a alta temperatura o reacciones químicas. La elección del material depende de factores como la temperatura de funcionamiento del tubo del horno, la corrosividad ambiental y la resistencia mecánica para asegurar un funcionamiento seguro y un rendimiento estable del horno de tubo.
Los hornos de calefacción por resistencia tipo tubo se utilizan en diversos procesos industriales, como el tratamiento térmico (incluyendo recocido, temple y endurecimiento de metales), sinterización de polvos, soldadura fuerte, soldadura, fusión de metales y curado de recubrimientos y compuestos. Estos hornos son valorados por su capacidad para proporcionar entornos de calefacción controlados y uniformes, lo que los hace esenciales para las industrias que requieren capacidades de procesamiento térmico precisas.